Mitos y verdades sobre el lipedema

Mitos y verdades sobre el lipedema

El lipedema es una enfermedad crónica que se caracteriza por un aumento desproporcionado de grasa en las extremidades inferiores de una persona. Aunque se ha investigado y difundido ampliamente en los últimos años, todavía existen muchos mitos y malentendidos sobre esta condición. En este artículo veremos algunos de los mitos más comunes y las verdades detrás de ellos.

Mito: El lipedema es simplemente obesidad.
Verdad: Aunque la obesidad y el lipedema pueden tener algunos síntomas similares, son dos enfermedades diferentes. El lipedema a menudo se presenta en personas que, por lo demás, tienen un cuerpo sano y están dentro de su rango de peso ideal. En contraste, la obesidad es un exceso generalizado de grasa corporal en todo el cuerpo y puede estar relacionada con la alimentación y el estilo de vida.

Mito: El lipedema no es una enfermedad real.
Verdad: El lipedema es una enfermedad real y debilitante que puede afectar negativamente la calidad de vida de quien la padece. Está reconocida por la Asociación Médica Americana como una enfermedad de origen desconocido. Aunque todavía se está investigando para conocer mejor la causa, los pacientes que tienen lipedema experimentan a menudo dolor, hinchazón, sensibilidad y otros síntomas.

Mito: El lipedema solo afecta a las mujeres.
Verdad: El lipedema afecta aproximadamente al 11% de las mujeres y al 1% de los hombres. Aunque es más común en mujeres, los hombres también pueden desarrollar lipedema. Los síntomas, el tratamiento y la progresión de la enfermedad pueden variar en función del sexo del paciente.

Mito: El lipedema se puede curar con dieta y ejercicio.
Verdad: Desafortunadamente, no hay una cura conocida para el lipedema. Aunque la alimentación y el ejercicio pueden ayudar a controlar los síntomas, la enfermedad sigue progresando y la grasa simplemente acumulada no puede eliminarse solamente con cambios en la dieta y ejercicio. El tratamiento más efectivo disponible incluye la terapia de compresión, la liposucción tumescente y la terapia descongestiva compleja.

Mito: El lipedema es contagioso.
Verdad: No hay evidencia que el lipedema sea contagioso. Esta es una enfermedad causada por una combinación de factores hereditarios y hormonales que pueden aumentar la probabilidad de desarrollar la enfermedad en personas predispuestas a ella.

Mito: El lipedema no es doloroso.
Verdad: El lipedema puede ser muy doloroso e incómodo para el paciente. El acumulo desproporcionado de grasa puede ejercer presión sobre los nervios, los vasos sanguíneos y los tejidos circundantes, lo que provoca inflamación y sensibilidad.

Mito: El lipedema es resultado de la estética.
Verdad: Aunque el lipedema puede tener consecuencias estéticas en las extremidades inferiores, es una verdadera enfermedad que puede causar dolor crónico, disminución de la movilidad y otros problemas. El tratamiento del lipedema debe centrarse en aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida del paciente, en lugar de enfocarse únicamente en su aspecto.

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