Nuestro sueño siempre había sido salir de la cuidad e irnos a vivir a una granja, buscando un estilo de vida mas sencillo y mas autosuficiente.

Una huertita, unas gallinas, unas cabritas, placas solares, un manantial de agua y un buen terreno para nuestro perros y nuestros gatos. No buscábamos nada mas pero tampoco nada menos. Nos ha llevado unos años conseguirlo ¡pero finalmente lo hemos logrado!

Encontrar la casa de nuestros sueños y conseguir el estilo de vida que siempre habíamos deseado ha implicado hacer muchos cambios en nuestra vida, entre ellos dejar nuestros empleos "tradicionales" (mi marido era funcionario y yo consultora), desarrollar nuevas fuentes de ingresos y mudarnos a otro país. Todo esto mientras organizábamos una boda en pandemia, descubríamos el Lipedema y programábamos 3 cirugías de descarga y una cirugía bariátrica ¡Nos gustan los retos!

VOLVER A LA GRANJA, A LA VIDA EN EL CAMPO, A LAS RAICES

Para contaros toda esa aventura hemos creado una web donde compartiremos nuestras experiencias, nuestros trucos, nuestros fallos... al fin y al cabo ¡somos novatos en esto de vivir en una granja!

una vida nueva llena de retos y de satisfaccion

¿Por qué tomamos esa decisión?

Tanto mi marido como yo nos dimos cuenta hace tiempo, mucho antes de conocernos, de que no nos iban los convencionalismos.

Ese plan consistente en estudiar, sacar una carrera, un master, conseguir un buen trabajo, hipotecarse, casarse, tener hijos, endeudarse, trabajar para pagar esa deuda y repetir... no encajaba con nuestra filosofía de vida. Hay que decir que cada uno se dió cuenta en un punto diferente. Yo llegué hasta "hipotecarse", afortunadamente me pude deshipotecar y apostar por emprender en lugar de trabajar para otro. Él llegó hasta "conseguir un buen trabajo" que hace poco dejó para iniciar nuestra aventura juntos. También diré que haber estado "dentro de la rueda" tanto tiempo nos ha pasado factura: malas decisiones, parejas toxicas, crisis de ansiedad, estilos de vida poco saludables, enfermedades... todo derivado de la insatisfacción que produce vivir una vida con la que no estás de acuerdo.

Eso nos llevó a cuestionarnos nuestra vida por completo, a preguntarnos que era lo que realmente queríamos. ¿Queríamos mas dinero o mas tiempo? ¿Mas ingresos o menos gastos? ¿Mas felicidad o mas responsabilidades?

Como siempre decía mi padre "no es mas rico el que mas tiene sino el que menos necesita"

Nos dimos cuenta que, en realidad, necesitábamos muy poco para ser felices. Y eso cambió por completo nuestros objetivos. En lugar de ver el trabajo como un fin en si mismo, lo vimos como un medio para conseguir un objetivo muy claro: ahorrar lo suficiente como para poder financiar el cambio que queríamos hacer en nuestra vida ¡y hacerlo mientras teníamos que pagar las cirugías por Lipedema ha sido todo un desafío!

La vuelta al campo

La vida en la granja es mas sencilla y por ende, tus necesidades también lo son, se vuelven mas básicas. Importante es lo primordial, todo lo demás se vuelve accesorio y eso te aporta una gran paz mental.

Todo ese ruido mental del que hablábamos en otro articulo desaparece, dejando espacio para la creatividad

Entonces eres capaz de pensar transversalmente, por caminos nada trillados, de esos que no le gustan a tu cerebro, pero que te permiten encontrar soluciones originales y mas efectivas, que nunca te habrías planteado de otro modo. Y te descubres resolviendo fácilmente situaciones que en otra vida te habrían atormentado, generado mucho estrés e incluso conflictos con tus seres queridos. Te das cuenta de que has dejado esa insatisfacción en el pasado, con tu vida anterior y que has llegado a un punto de no retorno. No hay vuelta atrás. La vida en la granja te ha cambiado para siempre. Y lo ha hecho de un modo que te gusta.

Como dijo Einstein: Loco es que hace siempre lo mismo y espera un resultado diferente.