Diferencias entre lipedema y linfedema

Diferencias entre lipedema y linfedema
Estos dos términos, Lipedema y linfedema, a menudo se confunden y se utilizan indistintamente para describir una misma enfermedad. Sin embargo, aunque estos dos trastornos del tejido adiposo tienen síntomas y tratamiento similares, existen diferencias específicas entre ellos que es importante conocer. A continuación, se presentarán las principales diferencias entre lipedema y linfedema.
Qué es el Lipedema?
El lipedema es una enfermedad crónica del tejido adiposo, comúnmente conocida como “Síndrome de las piernas gordas”. Esta condición se caracteriza por una distribución anormal de la grasa en los miembros inferiores, que puede extenderse a los brazos.
Las personas que sufren de lipedema tienen una acumulación cronica y excesiva de grasa en las extremidades. Las zonas afectadas suelen tender a tener un aspecto burbujeante y blando al tacto. Es común que la piel presente decoloraciones, y se pueden presentar hematomas con facilidad. Además, las extremidades afectadas por lipedema suelen ser muy dolorosas al contacto o incluso al realizar ejercicios básicos.
Qué es el Linfedema?
El linfedema es una enfermedad crónica del sistema linfático que se produce cuando los vasos linfáticos no pueden drenar el fluido suficiente debido a una obstrucción o ausencia del drenaje linfático. Esto provoca una acumulación excesiva de líquido en los tejidos blandos del cuerpo, en cualquier parte de éste.
El linfedema puede aparecer como resultado del daño en los vasos linfáticos emitido por una cirugía, radioterapia, traumatismo o infección. En la mayoría de los casos, esta enfermedad puede afectar una sola extremidad, pero también puede desarrollarse en múltiples áreas corporales.
Criterios de diagnóstico del Lipedema
El diagnóstico del lipedema se basa principalmente en la historia clínica del paciente y en los resultados de un examen físico detallado. Es importante mencionar que esta enfermedad es comúnmente mal diagnosticada, por lo que es fundamental buscar ayuda de un especialista en la materia en caso de sospechar padecerlo.
Los criterios que se tienen en cuenta para diagnosticar el lipedema son:
- Presencia de anormalidades en la distribución de grasa en los miembros inferiores, que se extienden hasta los tobillos o los pies.
- Presencia de dolor o molestia en la extremidad afectada al tacto o al realizar ejercicios básicos.
- Signos de masas adiposas blandas al tacto en extremidades afectadas.
- Exclusión de otras enfermedades que pueden producir grasa en las piernas, como obesidad simple, hipotiroidismo, etc.
Criterios de diagnóstico del Linfedema
El diagnóstico del linfedema se basa principalmente en la historia clínica del paciente, su examen físico y en pruebas liquidas como RMN o linfografía. Igualmente a la hora de recibir un diagnóstico de linfedema, es fundamental acudir a especialistas en la materia, ya que se requiere un tratamiento con estandares clinicos rigurosos.
Los criterios que se utilizan para diagnosticar linfedema son:
- La acumulación de líquido en una o varias zonas del cuerpo debido a una obstrucción o defecto en el sistema linfático.
- Aumento de volumen de los tejidos blandos en la zona afectada.
- La presencia de una sensación de pesadez, fatiga y dolor en la extremidad afectada.
- La exclusión de otras enfermedades que puedan producir un aumento en el volumen de las extremidades.
Tratamiento para el Lipedema y el Linfedema
En ambos casos el diagnóstico temprano es esencial para el tratamiento efectivo. Aunque hasta hace poco tiempo estas enfermedades no contaban con opciones terapéuticas clínicas, actualmente se han implementado técnicas efectivas.
El tratamiento para el lipedema y el linfedema incluye el drenaje linfático manual, la compresión mediante prendas y ejercicio físico. Aunque hay algunas diferencias en la forma como se abordan estas dos enfermedades.
En el tratamiento del lipedema el médico trata de evitar la cirugía, favoreciendo más la terapia física y la dieta, esto debido a posibles agravantes en el posoperatorio de pacientes con lipedema. Por otro lado, el tratamiento de linfedema también inicia con la terapia física, pero en algunos casos se puede llegar a recurrir a una intervención quirúrgica.
Recomendaciones adicionales
Es importante recordar que tanto el lipedema como el linfedema son enfermedades crónicas que requieren una atención constante. Para evitar complicaciones es importante mantener una higiene adecuada en la zona afectada, evitar lesiones en las extremidades, ajustarse a un régimen alimenticio saludable que incluya frutas y verduras, evitar el uso de ropa o zapatos que se ajusten demasiado y realizar ejercicios supervisados por profesionales de la salud.
