¿Cómo se relaciona el lipedema con el sistema linfático?

El lipedema es una condición médica considerara como una enfermedad crónica y progresiva, que se caracteriza por la acumulación de tejido adiposo en las extremidades inferiores de las mujeres principalmente. Esta acumulación de grasa es diferente de la obesidad, ya que se produce en una distribución simétrica de las áreas afectadas, lo que provoca dolor, inflamación y cambios en la estética corporal.

El sistema linfático es un sistema complejo de vasos, ganglios y órganos similares a las venas, que está presente en todo el cuerpo y cumple funciones importantes como el transporte y la eliminación de líquidos, la eliminación de productos de desecho, la protección contra infecciones y la regulación del equilibrio hormonal y metabólico. La acumulación de líquidos en los tejidos da lugar a la formación de edemas y es un signo común en muchas enfermedades.

En las personas con lipedema, se produce una alteración del sistema linfático que provoca una retención de líquidos y una inflamación de los tejidos adiposos, lo que agrava los síntomas de la enfermedad. Aunque se ha descartado que el lipedema esté relacionado con la obesidad o la falta de ejercicios, se ha señalado que el sistema linfático juega un papel fundamental en la evolución de esta enfermedad.

La linfa es un fluido transparente que circula por los vasos linfáticos del cuerpo humano y está compuesto por linfocitos, proteínas y productos de desecho. En la enfermedad del lipedema, se produce una acumulación de linfa en los tejidos adiposos, lo que provoca una inflamación de los mismos y una compresión de los vasos linfáticos que dificultan la circulación normal de la linfa.

La obstrucción de los vasos linfáticos produce la formación de edemas y la acumulación de líquidos, lo que aumenta el tamaño de las extremidades inferiores y la presencia de dolor y molestias en las mismas. El drenaje linfático manual es una técnica de masaje que puede ayudar en la mejora del sistema linfático y reducir el edema, aunque no cura la enfermedad del lipedema.

Además, se sabe que el metabolismo de las personas con lipedema es diferente, lo que produce una acumulación de lípidos en los tejidos adiposos, lo que dificulta la eliminación de los mismos. El acúmulo de grasa en el lipedema, también puede aumentar la cantidad de células adiposas comunes, lo que aumentará la apariencia de la celulitis.

La inflamación crónica producida por el lipedema puede dar lugar a mayores complicaciones médicas como osteoporosis, mala circulación linfática, también puede llegar a ocasionar incluso problemas en el corazón, aunque esto depende principalmente del control que se tenga sobre la enfermedad.

Por tanto, es importante tener un enfoque integral en el manejo del lipedema, incluyendo el uso de prendas de compresión, ejercicios físicos recomendados por un profesional, cambios en la alimentación, la realización de drenaje linfático manual y el tratamiento médico necesario según el grado en que se encuentre la enfermedad para mejorar la calidad y disminución del dolor y los efectos inflamatorios.

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