¿Cómo afecta la menopausia al Lipedema?

El Lipedema es una enfermedad crónica que se caracteriza por una distribución anormal de la grasa en el cuerpo, los cuales son especialmente en las extremidades, que afecta en su gran mayoría a las mujeres. La cantidad de grasa que se acumula no se relaciona con la obesidad, ya que esta es una enfermedad inmune. Se sabe que el Lipedema se ve afectado por los cambios hormonales de la mujer, como los que ocurren durante la menopausia.

En la menopausia, los niveles de estrógenos disminuyen notablemente, lo que produce una serie de cambios físicos en el cuerpo como la disminución del tejido conectivo y de la resistencia capilar, aumenta la permeabilidad vascular y la tendencia a retener líquidos. Estos cambios, en conjunto con el Lipedema, pueden producir un efecto negativo en la calidad de vida de las mujeres que padecen esta enfermedad.

Se ha observado que muchas mujeres que presentan Lipedema tienen una gran mejoría durante el embarazo, ya que en este periodo los niveles de estrógenos son altos y éstos pueden modular las células grasas de manera efectiva. Sin embargo, el efecto positivo de los estrógenos en el Lipedema se pierde a medida que la mujer se acerca a la menopausia y los niveles de esta hormona empiezan a disminuir.

Algunas mujeres pueden experimentar un aumento en la cantidad de grasa acumulada en las extremidades durante o después de la menopausia, lo cual puede ser un indicador del empeoramiento del Lipedema.

Aunque no existe una cura para el Lipedema, hay maneras de controlar y disminuir sus síntomas. Es importante mantener un estilo de vida saludable que incluya una dieta nutritiva y un régimen de ejercicio regular. La técnica de drenaje linfático manual y las prendas de compresión pueden ayudar a reducir los síntomas del Lipedema, especialmente durante la menopausia.